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Otra educación para otro Chile

Hace siete años un grupo de jóvenes se unió desde la rabia contra un sistema educacional segregador, discriminador y alienante, pero por sobre todo desde la esperanza que el trabajo colectivo, constante y comprometido con un proyecto transformador podrían cambiar la realidad de Chile y su educación, la realidad de las niñas, niños y adolescentes que viven en las poblaciones de este país, la de sus familias, la del Chile que intentan ocultar. Hoy ese proyecto, que nació en una escuela de una población de La Cisterna, es una red de escuelas libres que se llama La Otra Educación, que desde la autonomía, la autogestión y el trabajo voluntario de cada una y uno de los monitores no ha parado de construir un proyecto que reivindica los derechos de nuestra infancia y de nuestras comunidades, desde el fomento de conciencia crítica.

Podemos decir con orgullo que trabajar en las escuelas nos cambió la vida. En un principio fue un remezón de toda nuestra existencia, nos sacó de nuestras zonas de confort, nos mostró lo lindo que es el trabajo colectivo, que las familias no solo son de sangre, que con responsabilidad y constancia podemos ver cambios hoy. Pero no solo cambios en las niñas, niños, adolescentes y sus familias, cambios en nosotras y nosotros como monitores, porque a las escuelas todas y todos entramos en igualdad de condiciones, a aprender desde la horizontalidad, el respeto y el amor. Y es que se cree que no es “normal” que un grupo de jóvenes sienta tal nivel de cariño por un proyecto colectivo que destine todos los sábados en la mañana para ir a la escuela, lo que implica muchas veces dejar los panoramas de los viernes y tener reuniones durante la semana, ese es el compromiso por un proyecto transformador. O que las niñas, niños y adolescentes se levanten temprano los sábados, luego de una semana agotadora de colegio, felices de ir a la escuelita, porque lo sienten su espacio, porque allí pueden ser ellas y ellos mismos. Esa es la familia La Otra Educación.

Nuestro sueño es que se levanten escuelas en cada rincón, por eso valoramos y respetamos el trabajo que hacen otros proyectos de educación alternativa, en Chile y Latinoamérica, y buscamos apoyar, desde donde más podamos, cada idea de levantar una nueva escuela. Es que creemos profundamente que para cambiar de raíz un sistema que tiene a la mayoría de Chile empobrecida y endeudada, un sistema que viola nuestros derechos humanos de manera sistemática, que impide el desarrollo de nuestras niñas, niños y adolescentes, determinando por ellas y ellos el futuro que tendrán; es necesaria otra educación, una que nazca desde el respeto, el trabajo comunitario, la horizontalidad y el compañerismo.

Pero con el paso de los años, va madurando también el proyecto y buscamos crecer de múltiples formas, imponiéndonos nuevos desafíos. Hoy buscamos mejorar nuestro trabajo dentro de las escuelas, ya que cada actividad y acción realizada en ellas tiene una intencionalidad, queremos que ésta tenga más fuerza y contenido. Las y los monitores de las escuelas venimos de diferentes contextos, estudiantes universitarios(as), secundarios(as), profesionales, trabajadores, la mayoría de áreas “alejadas” de la educación; y luego de un proceso colectivo decidimos que necesitábamos capacitarnos en algunas áreas esenciales. Es por ello que hoy estamos trabajando en el proyecto Escuela Libre para Educadores sociales: Autoformándonos para una práctica transformadora, que se desarrollará a través de talleres entre los meses de abril y junio. Leales a nuestras convicciones, los talleres serán abiertos a cualquier persona que desee aprender, compartir y enseñar.

Como actividad inaugural de esta Escuela para Educadores Sociales, realizaremos el conversatorio “Hacia la construcción de proyectos educativos transformadores en Chile: Desafíos y propuestas”, el día 5 de abril en el Aula Magna de la Universidad Silva Henríquez, donde esperamos contar con organizaciones amigas que tienen trayectoria trabajando en proyectos de educación alternativa transformadora, además de la participación activa de todas y todos los asistentes. Cada una de estas instancias es fundamental para continuar fomentando espacios de discusión y debate en torno a los proyectos educativos que queremos.

Esperamos seguir trabajando y construyendo espacios de educación alternativa, esperamos también seguir apoyando la construcción de otros proyectos, porque creemos que necesitamos otra educación para tener otro Chile, un país de derechos, donde cada una y uno se pueda desarrollar como guste, donde nuestras niñas, niños y adolescentes sean personas felices y plenas.

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